Lo
sostengo en la palma de mi mano. Es un recipiente metálico, frío al
tacto, de color dorado, más bien oscuro e irregular en su forma. Cierro
los ojos y lo taño suavemente con una baqueta de madera. Durante unos
segundos mi mente se vacía y es invadida por un tenue sonido que poco a
poco se va extinguiendo. Ahora, deslizo la baqueta por su borde superior
con una ligera presión y siento cómo sus vibraciones se propagan a
través de mi mano, mi brazo, a la vez que nace un nuevo sonido,
enigmático, susurrante, muy sutil.
De
nuevo, lo percuto suavemente e intento identificarlo con una nota
musical pero... no distingo con claridad su tonalidad... me resulta
confusa. No ocurre así con otros instrumentos musicales cuya asociación
es instantánea. Pero en los cuencos tibetanos, también conocidos como
cuencos cantores, todo resulta misterioso, al igual que sus orígenes.
Jordi A. Jauset
Ashana - The Embrace
Jacomina Kistemaker"Sonido y vibración, fundamentos de la vida y la sanación" y" Paz es un verbo"
Mi elección para continuar por la Vía del Sonido
Decidí seguir el Camino del Sonido por un tema fundamental, mi propia salud. Me dí cuenta de que es una poderosa herramienta, y cuando recibes una Sesión de Sonido encontrandote mal o teniendo algún malestar de cualquier índole, desaparece. En ese instante comprendí que era la vía que debía de seguir para mí y para l@s demás.
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martes, 31 de enero de 2012
Sonidos Terapéuticos
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